Blog personal de José María Garrido

¡A quién le importa Alaska!

Qué pena. Alaska ha pasado de cantar A quién le importa y ser un icono del mundo gay, -pero también de la libertad-, a ser articulista de Libertad Digital.

Desde hace una años, Alaska ya colaboraba en la COPE, cadena de radio propiedad de la Conferencia Episcopal y tremendamente homófoba. Próximamente, la cantante se unirá a una larga lista de escritores de extrema derecha que pondrán en marcha la comunidad de blogs del periódico editado por Federico Jiménez Losantos.

¿Cuánto le tienen que pagar para escribir en el mismo sitio que Luis del Pino, Pío Moa, Regina Otaola, Juan Manuel Rodríguez, Álvaro Vermoet y Mienmano? ¿Tan mal le iba en las finanzas para tener que degradarse de esta manera?

Pero en fin, a estas alturas, ¡a quién le importa lo que haga Alaska! Por dignidad personal, Alasaka no debería declararse nunca más de izquierdas ni pasear por las fiestas del Orgullo Gay. Yo, nunca más bailaré sus canciones.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué decepción! Y lo más duro va a ser no bailar sus canciones! Crees que podrás?
bss rojos

Dylan dijo...

La verdad es que es triste, yo me quedé muerta cuando la vi en la presentación del ultimo (espero que sea así y no escriba nunca más) de Federico diciendo que era un gran personaje y mejor persona. No entiendo como una persona puede ser icono gay y hacer esas barbaridades, es más las personas homosexuales no deberian admitir a estas personas como "representantes", que poca vergüenza tiene Alaska.
Estas cosas me sacan de mis casillas de unas maneras...

Anónimo dijo...

Criticar sin saber sí que es de fachas.
De hecho, Alaska en el programa de la Cope, promociona la cabalgata del orgullo gay como acontecimiento cultural, sin entrar en política ni nada.

Porque ser de izquierdas en realidad es no importarte lo que piensen los demás, por lo que a ella no le importa el pensamiento de federico ni que sea un facha.

De hecho, ella declara que si trabaja allí es porque le gusta más intercambair opiniones con gente de otra ideología. Y punto.

Aprendamos a distinguir, señores, ni la derecha es algo horrible ni la izquierda es para progres, simplemente cada uno piensa como le da la gana.

Anónimo dijo...

Al último anónimo:

Y tú, qué coño sabes de nada? ser de derechas, o incluso ser facha, un neofacha, ya no tiene nada que ver con odiar a los homosexuales. A la nueva derecha se la traen al pairo los homosexuales, los transexuales, los travestis y los disfrazados. A la nueva derecha que se va imponiendo tan solo le importa que trabajemos cada vez más horas cobrando cada vez menos. Que paguemos cada vez más comisiones bancarias, que nos hipotequemos cada vez por más años, que consumamos cada vez más productos que no necesitamos... que seamos unos esclavos.
Ya les da igual si los gays se casan o no se casan... ese es un debate trasnochado de la antigua derecha nacional católica española...
Alaska es de las nuevas fachas, de las verdaderamente peligrosas. De las que quieren vivir a costa de los demás, de las que se abren camino sin importarle los demás, de las que no dudan en "defender" a colectivos supuestamente perseguidos para continuar contando con un lugar de privilegio en la escena nacional de vagos engaña-bobos.
A gente como alaska, a la que los ultraderechistas han perseguido con bates de beisbol durante la transición debería darle vergüenza sentarse en ciertos programas ante cierta gentuza...

e_pelaez_m@hotmail.com dijo...

No comprendo muy bien a Olvido Gara / Alaska. Persona transgresora que ha luchado por la normalización de los derechos de muchas personas, por ejemplo gays, lesbianas y transexuales. Desde luego que si por el Partido Popular fuera, los gays, lesbianas y transexuales tendrían muy poquitos derechos. Eso no quiere decir que la Izquierda política española sea perfecta, pero hay que reconocer que han dado un gran paso en los derechos de todos los ciudadanos. Cierto es que el Psoe no quería saber nada de gays y lesbianas en los ochenta. Ahora Alaska se apunta a la corriente ultraderechista porque se aburre de si misma, pero es una traición en toda regla a todo lo que ha promulgado desde el inicio de su carrera. Y si insiste en negar este hecho es que, definitivamente, las drogas han hecho mella en su cerebro,y no lo digo en plan despectivo, soy realista. Las drogas acaban con la coherencia de muchas personas.