Y hablando de Zaplana, reproduzco posiblemente el mejor comentario impertinente de Andrés Villena. Ver para creer.
Eduardo Zaplana es el vecino que te quita los taxis cuando hace frío y
llevas un rato esperando antes que él. Es el que no te saluda hasta que necesita
algo, y entonces esboza su sonrisa y las mejores maneras. Y te convence. Zaplana
tiene la chacha que llena de agua sucia tu terraza porque siempre vive arriba de
ti y su limpiadora es tan despreocupada como él-.
Subes a decirle que te la ensucie del todo, pero como casi todos los
caraduras- nunca está en casa. De todos modos, Zaplana tiene perro (al que no
hace ni caso) capaz de terminar de llenártela de mierda.
Después de limpiar tu terraza, lo ves en el telediario y te saca de
quicio. ¿Cómo puede estar tan moreno siempre? Se mueve con gracia y elegancia,
sin aparente preocupación. Es intocable y tiene que aprovecharlo. Pero, ¿por qué
semejante tipo resulta tan útil para un partido serio, de masas?
El PP, como Bush para los EEUU, necesita un individuo especialista en
decir las desfachateces más gordas. La pandilla de los guays o los malos en el
instituto los que fumaban cuando tu madre aún te llevaba a clase y te daba un
vergonzoso beso en la puerta- incluía siempre a un grandullón menos inteligente
que los demás, que ni mucho menos pensaba, pero se encargaba de ejecutar
órdenes.
Zaplana tiene algo de este grandullón, pero no carece de inteligencia. Sabe
que es el elegido del eje mediático-mesiánico (Pedro J., Losantos y cosas
peores). Contento con su misión, recita todo lo que desde distintos centros le
llega al pinganillo y, como el que cría fama, se echa cómodamente a dormir. Sabe
que la teoría del 11-M no se sostiene, que sus espurios negocios deberían salir
a la luz de uno en uno, pero, hay que admirarlo, sabe vivir el momento
Zaplana rompe el cristal por el que te castigan a ti. Y, cuando puedes
salir, ya te has perdido todo lo bueno de la tarde, del día, de la semana.
Mientras tanto, él, Eduardito, con su paga doble, se ha ido al cine con la chica
que te gustaba y que no le gusta tanto como a ti-. No tengas duda, ha hecho con
ella lo que tú temías, y lo contará mañana en clase. Quiere ser político de
mayor, para hacer de este mundo un lugar mejor en que vivir
