Qué pena. Alaska ha pasado de cantar A quién le importa y ser un icono del mundo gay, -pero también de la libertad-, a ser articulista de Libertad Digital.
Desde hace una años, Alaska ya colaboraba en la COPE, cadena de radio propiedad de la Conferencia Episcopal y tremendamente homófoba. Próximamente, la cantante se unirá a una larga lista de escritores de extrema derecha que pondrán en marcha la comunidad de blogs del periódico editado por Federico Jiménez Losantos.
¿Cuánto le tienen que pagar para escribir en el mismo sitio que Luis del Pino, Pío Moa, Regina Otaola, Juan Manuel Rodríguez, Álvaro Vermoet y Mienmano? ¿Tan mal le iba en las finanzas para tener que degradarse de esta manera?
Pero en fin, a estas alturas, ¡a quién le importa lo que haga Alaska! Por dignidad personal, Alasaka no debería declararse nunca más de izquierdas ni pasear por las fiestas del Orgullo Gay. Yo, nunca más bailaré sus canciones.
Blog personal de José María Garrido
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