De vuelta al trabajo sigo impresionado por Rodrigo de Santos López, el edil del PP al que se le acusa de haber gastado 50.084 euros del erario público en clubes de alterne homosexuales. Es una historia fantástica: Un político del PP que se niega a oficiar bodas homosexuales, un conservador de misa diaria, cercano a los kilos, que no duda en visitar al Papa para rezar por la familia… pero que dedica su tiempo libre a consumir coca y a follar con todos los chaperos disponibles en Palma de Mallorca.
Interviú publicó el pasado lunes más detalles sobre su escabrosa historia. Además de una entrevista con uno de sus chaperos preferidos, informaron de lo mucho que a Rodrigo de Santos le gustaba la coca y algunos juguetes sexuales. La revista del Grupo Z también reproducía algunas imágenes de un vídeo muy, pero que muy comprometido que circula por internet.
En definitiva se trata de una historia que combina chaperos, homofobia, coca y un edil del PP. Para entenderla mejor hablé con Tony Poveda, presidente de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales, quien está seguro que “estas personas -en referencia a Rodrigo de Santos- tienen a un homófobo interiorizado, se odian a sí mismos por ser homosexuales. Su propia homofobia les hace ser los más homófobos”.
Creo que Poveda tiene razón. De momento, lo único que ha hecho de Santos ha sido devolver el dinero -faltaría más- y echar la culpa a la droga, como si a estas alturas nos fuéramos a creer que su afición por los chaperos no es más que una consecuencia de su afición a esos polvitos blancos que tanto le gustan a de Santos -y a media España-. ¡Stop a la homofobia!
Blog personal de José María Garrido
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2 comentarios:
muy buen artículo!!
Maravilloso articulo... si es q el tema se da a ello!! es comod e sainete costumbrista contemporáneo!
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